Inclusión Escolar

          Supone una escuela estructurada sobre la base de la diversidad, pensada y organizada en función de las diferencias entre sus alumnos. Este es el ideal a alcanzar. En nuestro medio aún debemos hablar de una integración escolar como realidad actual, porque son los niños y jóvenes con síndrome de Down quienes deben adaptarse a una escuela y sus demandas.
La integración escolar debe ser realizada desde el punto de vista físico, social y pedagógico. Pues los niños comparten la jornada escolar completa en el aula común.
Significa que también para ellos la escuela es un lugar de aprendizaje, no solo de socialización. Y en esta tarea de apoyo y seguimiento es el equipo interdisciplinario, quien busque mediar entre las posibilidades de cada niño integrado, las exigencias escolares, el estilo de aprendizaje del niño y el estilo de enseñanza de cada institución.
Para aquello es fundamental que el equipo interdisciplinario tenga en cuenta el conocimiento de las necesidades educativas especiales de cada niño, de sus posibilidades, dificultades, y de cómo superarlas, de los apoyos específicos que requiere, para plantear estrategias de enseñanza-aprendizaje creativas y flexibles según las necesidades del niño y su situación áulica.
Y en este sentido es indispensable la confianza y expectativas alentadoras en el niño hacia el máximo logro posible.
Son partes también de nuestros objetivos la fluida comunicación con el niño y sus padres en la comunidad educativa; El trabajo cooperativo con la familia, con los profesionales particulares.
Hacen a la calidad de servicio del equipo interdisciplinario, que a su vez éste debe realizar un trabajo de seguimiento y evaluación de control cruzado de las observaciones áulicas por parte del tutor y coordinador de la integración de cada niño.
La cuidadosa selección y control del personal; el conocimiento profundo del curriculum, la creatividad y la flexibilidad en las acciones.
Los resultados nos muestran que esta integración apoyada sistemáticamente es beneficiosa tanto para los niños con síndrome de Down, como para sus compañeros.
Los niños integrados aprenden más y mejor con el estímulo de sus compañeros y de un docente que no le tema al desafío de enfrentarse sin prejuicios a una tarea enriquecedora; Aprenden desde el curriculum común lecto-escritura y cálculo, entre otros aspectos.
Las personas con síndrome de Down, dentro de un marco integrado, pueden aprender a ser autónomas e independientes, con autoconciencia de sus posibilidades, de sus dificultades pero también de cómo superarlas.
Mariana Cánepa. Prof. de Nivel Inicial. Capital Federal

Inclusión Escolar. Un nuevo enfoque de la educación
Hoy se reconoce que la educación es un derecho universal que constituye un elemento fundamental de integración social para toda persona. Se reconoce también que todo niño (con discapacidad o no) tiene capacidades y potencialidades singulares, por lo que distintas necesidades exigen respuestas diversas. La educación es “parte de” y no algo “separado de” la vida de los niños.
Inclusión Escolar. Un tema de derechos
Históricamente, las escuelas regulares han sido preparadas para excluir a ciertos niños que no podían ser asimilados a la “norma”. Esta segregación fue legitimada por el desarrollo de tests psicológicos y técnicas de valoración que clasificaban a los niños como discapacitados. En la década de los 80 comenzaron a cuestionarse las nociones de qué es “normal” y “natural” y la segregación educativa (siempre discriminatoria) pasó a ser abordada desde una perspectiva de derechos humanos.
Todo niño tiene el derecho a pertenecer a una comunidad y compartir con sus miembros las distintas experiencias de la vida cotidiana.
Todo niño tiene el derecho de acceder a una educación de calidad junto con los otros niños de su propio barrio.
Todo niño tiene una contribución para hacer a la sociedad, los niños con NEE no tienen menos valor que aquellos alumnos sobresalientes y sus logros deberían tener el mismo respeto.
La segregación enseña a los niños a tener miedo, a ser ignorantes y alimenta prejuicios. Segregar a un niño con NEE es devaluar su valor como persona y es discriminar en base a circunstancias de las cuales no es responsable.